Razas de Perros: Rafeiro do Alentejo

Origen: El perro de raza Rafeiro do Alentejo es el mayor de todas las razas portuguesas, sublonguilíneo y de perfil poco convexo. Desciende con toda seguridad de los perros montañeses pirenaicos, a los que se asemeja bastante. Pertenece a una antigua raza portuguesa originaria de la provincia de Alentejo, al sur de Lisboa, donde actúa como fiel guardián de las granjas de la región.

Como ingresó al país

La historia es así: tiempo atrás, la familia Botteri, tuvo que lamentar la muerte de un querido Ovejero Alemán después de haber compartido con él muchos años de su vida.

Si bien los animales, al igual que las personas, son irremplazables, llegó un momento en que decidieron tener un nuevo perro. El tema era, qué raza elegir. Revisando una enciclopedia canina, Marcela y Gustavo Botteri se enteraron de la existencia de otro Ovejero, un tal Rafeiro de Alentejo. Y lo que las fotos mostraban de la figura de este animal, cautivó.

Comenzaron a investigar y se enteraron de muchas cosas como de que la raza era oriunda de Portugal, que sus ejemplares estaban considerados como los perros de mayor tamaño de ese país.

Por aspecto y por temperamento los Botteri concluyeron que el Rafeiro era el perro que ellos necesitaban. Meses después, tres ejemplares adultos ingresaron (dos hembras y un macho) a nuestro país.

Los ejemplares de la rarísima raza portuguesa ya constituyeron una "familia argentina". En la actualidad, una camada de Rafeiritos locales tiene todas las chances de iniciar la expansión de la raza entre nosotros.

Descripcion: De gran estatura, fuerte, rústico, sobrio y poseedor de movimientos lentos y pesados, no resulta ser un buen perro guardián diurno, pero por la noche despliega una intensa actividad.

Características de la raza:

Cabeza bien proporcionada al cuerpo y guardando una cierta semejanza con la del oso. Cráneo ancho, abombado, con el eje longitudinal superior divergente respecto al del dorso del hocico, y la apófisis occipital poco visible. Frente con surco mediano poco pronunciado entre los ojos y situado entre los ojos y situado por encima de éstos, y con los arcos superciliares no sobresalientes. Stop ligero. Hocico de perfil recto, más corto que el cráneo, no muy ancho y con su dorso redondeado. Nariz avalada, con el extremo ligeramente truncado y de tinte oscuro.
Labios delgados, firmes, superpuestos, bien delineados, ligeramente redondeados en su parte anterior y con perfil inferior levemente curvo.
Mandíbulas en tenaza, fuertes y muy musculosas. Ojos a flor, pequeños, ovalados, oscuros, colocado horizontalmente, con párpados muy pigmentados y de expresión serena. Orejas de inserción mediana, situadas a un nivel ligeramente superior al de los ojos, pequeñas, triangulares, de longitud igual a la del eje mediano, colgantes a los lados de la cabeza y pocos móviles. En atención se alzan un poco en la base pero se mantienen caídas y plegadas en sentido vertical.

Cuerpo fuerte, musculoso, largo, voluminoso y ligeramente cóncavo. Cuello recto, corto, fuerte, con discreta papada ancha y profunda.
Dorso largo, recto o levemente ensillado. Lomo de longitud mediana, recto, ancho, muy musculoso y ligeramente convexo. Grupa ligeramente inclinada, proporcionada a la estatura, de largo mediano, ancha y alta Pecho amplio y no muy visible, descendente, ancho y profundo, con esternón casi horizontal y costillas derechas, ligeramente arqueadas. Vientre y flancos proporcionados al volumen, no retraídos como el lebrel y formando una línea inferior levemente oblicua de adelante hacia atrás y de abajo hacia arriba.

Extremidades anteriores fuertes, separadas, aplomadas desde todos los ángulos y bien musculadas. Hombros fuertes, medianos, separados, algo inclinados, bien desarrollados, musculosos y en ángulo abierto. Antebrazo vertical, largo, fuerte y musculoso. Metacarpos fuertes, de largo mediano y ligeramente inclinados. Pies largos, achatados y bien cerrados, con dedos gruesos y ligeramente arqueados, uñas fuertes de coloración acorde con el pelaje, y suelas gruesas y resistentes.

Extremidades posteriores fuertes, separadas y bien aplomadas desde todos los ángulos. Muslo largo, no visiblemente musculoso. Pierna musculosa, de largo e inclinación medianos. Corvejón regularmente angulado. Tarso delgado, de altura y largo medianos. Metatarso fuerte, de longitud mediana y ligeramente inclinado. Puede presentar espolón doble o sencillo.

Cola gruesa, de inserción media, larga, curvada en la punta pero no quebrada. En reposo cae hasta más abajo del corvejón y en acción puede enroscarse.

Manto. Pelaje negro, leonado, lobuno, amarillo o pío, con manchas blancas, bicolor, ruano o atigrado. Piel más bien gruesa, no muy floja, con las mucosas internas o externas parcial o totalmente pigmentada de negro. Pelo corto o semilargo, grueso, liso y denso, repartido uniformemente por todo el cuerpo hasta los espacios interdigitales.

Talla, de 66 a 74 cm en los machos y de 64 a 70 cm en las hembras. Peso, alrededor de 60 kg los machos y las hembras no superan los 55 kg.

Defectos: Mal aspecto general, flacura u obesidad, constitución demasiado liviana. Cabeza estrecha y larga. Cráneo plano y estrecho. Hocico de dorso excesivamente largo o de perfil arqueado. Nariz puntiaguda o truncada verticalmente. Prognatismo o enognatismo. Ojos de color claro o dimensiones diferentes. Orejas redondas, grandes o de inserción demasiada alta o demasiado baja. Cuello sin papada. Grupa demasiado hundida. Cola de inserción alta o baja, amputada, corta o ausente, enroscada en reposo. Pelaje de mal aspecto. Falta de pigmentación negra en la nariz, boca y labios. Pelo raso.

Utilizacion: Se le emplea como perro de pastor, pero en realidad es más conocido como conductor de ganado.

Agradecemos la colaboración para la publicación a:

Susana B. Soria - sbsoria@sobremascotas.com

Caracter:
Como lo poco se conoce, poco se aprecia, son sumamente escasas las personas que tienen conocimiento del extraordinario comportamiento de estos perros.

El por qué de tal situación tiene algo que ver con la idiosincrasia del antiguo campesino portugués, muy celoso de sus perros, poco dispuesto a desprenderse de ellos, e inclinado, más bien, a una crianza limitada de la raza.

Esta tendencia fue, en parte, responsable de que la raza estuviera en un momento, a punto de extinguirse. Afortunadamente semejante pérdida pudo evitarse y el Rafeiro de Alentejo, apreciado hasta hace poco décadas atrás exclusivamente como animal de trabajo, comenzó a participar en algunas shows de Belleza (en 1990 se inscribieron 62 Rafeiros en el Club Portugués de Canicultura y, en 1998, 279 ejemplares), lo que permitió la difusión de la raza, aunque todavía muy tímidamente, en algunos países.

Que hoy los argentinos tengamos la oportunidad de apreciar en vivo a un perro tan poco conocido en el mundo se debe, en cierto modo, a una casualidad (si es que las casualidades existen).

 




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