Uno y Otros


Están presentes en los informativos televisivos formando parte de cualquier noticia. En este caso, Uno manifestando y los Otros vistiendo el uniforme. Las diferencias entre ellos son notables: Uno manifiesta sus necesidades en sus huesos a flor de piel y los Otros, en sus ojos brillantes de salud, el privilegio de pertenecer al poder.

Uno llega acompañando la marcha sin sentir el menor temor de ir al frente, mientras los Otros, atentos, esperan órdenes. Hoy, el grupo de pertenencia de Uno enfrenta al grupo de los Otros en nombre de ideologías opuestas.

Comienza el enfrentamiento y Uno se limita a observar. Llega la represión y los Otros, respondiendo con obediencia debida las órdenes, comienzan a avanzar hacia los manifestantes. Es ahora cuando Uno comienza a vociferar furiosamente y se enfrenta con los Otros. La pelea por los derechos se instala entre ambos grupos …

Los poderosos logran replegar a los necesitados y Uno también se repliega. Con un gesto de orgullosa valentía mira por última vez a los privilegiados del poder, da media vuelta y se aleja siguiendo los pasos de todos y de ninguno de los manifestantes. No voltea la cabeza, no intenta prolongar la contienda. Los Otros hacen lo mismo. Ambos, Uno y Otros, aceptan los límites y ponen punto final al enfrentamiento.

Ni Uno NI Otros habían iniciado la contienda, sólo acompañaban a los humanos, esos “perros extraños que caminan en dos patas” y con quienes ellos pactan fidelidad fidelidad total, más allá de las absurdas, alocadas y peligrosas situaciones en las que los involucran.

Foto y Texto: Graciela Isabel Torrent Bione

 

 



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