Es feliz su mascota - Ud. que opina

Para responder profesionalmente a una pregunta sencilla en apariencia, pero muy compleja  si la pensamos en profundidad, debemos reflexionar primero sobre  ¿Que es la felicidad?. - De por sí definir felicidad es algo muy difícil de hacer. ¿Cuando sentimos felicidad nosotros, los humanos?:

Somos felices  ¿Cuándo encontramos al amor de nuestra vida?, o ¿Cuándo nos ganamos el primer premio de la Lotería Nacional?, o ¿Cuándo nuestros hijos nos dan un beso el día de nuestro cumpleaños? 

Obviamente, en las situaciones antes mencionadas estamos contentos, pero felices, yo creo que solamente lo somos cuando a pesar de las alegrías y tristezas que nos da la vida hacemos lo que nos gusta, estamos con quienes queremos y nos sentimos respetados por los demás.

Mi visión personal es que a los animales les ocurre exactamente lo mismo. 

Son felices cuando pueden desarrollar las acciones que les gustan (salir a caminar, jugar, interactuar con otros animales y exhibir el bagaje de conductas propias de su especie que han heredado de sus ancestros). 

Son felices cuando pueden estar cerca del grupo social con el que se criaron (sus propietarios, las distintas personas que los trataron bien cada vez que estuvieron con ellos, los animales con los que se socializaron desde cachorros, etc.). 

Son felices cuando se les respeta como seres vivos y no se exige de ellos que sean humanos de cuatro patas, ni autómatas que actúen solamente por reflejos condicionados.

En definitiva, creo que si los perros y gatos pueden sentir felicidad (algún día alguien comprobará fehacientemente si es posible o no que los animales tengan este tipo de emociones) la deben sentir en los momentos en que pueden actuar como perros y gatos ya sea disfrutando un suculento hueso o intentando cazar un pájaro o un ratón.

De lo que estoy seguro es que no son felices cuando se les limpian las patitas antes de entrar a la casa, cuando se los presenta en exposiciones, cuando se les exige que reemplacen al hijo que se fue a vivir al exterior corrido por la crisis económica, cuando se les pone un collar con un pequeño cascabel o cuando se les impone que vayan por las plazas atacando y en lo posible matando a otros animales más pequeños.

Mi conclusión, basada en la experiencia acumulada en mi actividad, es que las mascotas pueden ser felices, siempre y cuando sus propietarios les permitan serlo y creo que eso es más factible de ocurrir cuando estos últimos también lo son.

Agradecemos la colaboracion por la publicacion de este articulo a: Dr. Ricardo Luis Bruno - Médico Veterinario - UBA – MP 6170 - Especialista en Comportamiento  Animal - Licenciado en Veterinaria (España) - Especialista en Etología (CPMV) - (CPMV. Resolución N* 728 // 2010 ) - Teléfonos: +54 - 11 - (15) 4091 - 2710 - www.conductismoanimal.com.ar




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