Enfermedad renal cronica en el gato

Los riñones felinos son órganos que poseen funciones de capital importancia en la regulación del  metabolismo del organismo. Estas funciones las realiza a través de la eliminación y retención  de ciertas sustancias y síntesis de otras. Dentro de las principales funciones podemos nombrar: 

- Eliminación de sustancias derivadas del metabolismo en general y en especial del proteico (urea, creatinina, y toxinas urémicas).

- Regulación del equilibrio hídrico, electrolitos y estado acido base.

- Eliminación de compuestos químicos previamente metabolizados (alimentos, medicamentos, tóxicos, etc.)

- Síntesis de hormonas como eritropoyetina y Calcitriol.

 

Enfermedad Renal Crónica (ERC) 

Se considera que un gato tiene una ERC  cuando tiene una elevación persistente (más de 4 semanas) de la creatinina en plasma por encima de 1,6 mg% y una disminución de la densidad urinaria por debajo de 1035.  

Esta enfermedad se presenta en el 1 a 3 % de la población general de gatos, pudiendo llegar el 30% de los gatos de más de 10 años, y al 50% de los de 15 años o mas de edad. 

Definiremos como ERC, a la Insuficiencia lenta y progresiva de todas las funciones que realiza el riñón. Esta enfermedad, en mayor o menor tiempo, lleva a un desenlace fatal, no obstante esto, se puede disminuir la velocidad de este proceso y lograr una sobrevida muy larga y con una buena calidad de vida para estos gatos enfermos. Los gatos tienen una sobrevida mayor que el perro en estos casos. 

Las causas de la enfermedad renal son muy variadas y están en el orden infeccioso (bacteriano, FIV, PIF), tóxico, inmunológico, neoplásico (linfosarcoma renal), circulatoriotraumático, genético (PKD),  etc. En general no es posible hacer un diagnóstico preciso sin hacer una biopsia, y aún así, aunque determinemos cual es la lesión, no siempre  se confirma la causa del problema. En pocas enfermedades como en el PKD podemos hacer un diagnóstico seguro etiológico por medio de la ecografía o del análisis genético y en otros casos como el PIF y la Amiloidosis renal por medio de estudios histopatológicos. 

La medicina preventiva es fundamental en la enfermedad renal, los veterinarios deben advertir a los propietarios de gatos que  deben controlar la ingestión de líquidos y sobre todo evitar las fuentes alternativas al bebedero como canillas que gotean, peceras, bebederos de otros animales, fuentes de agua de adorno, inodoro, bidet, etc. Si la mascota toma de un solo bebedero y la persona que cambia el agua diariamente es la misma, es mucho más fácil controlar el consumo diario del gato. Lo mismo ocurre con la cantidad de orina y el cajón sanitario, no se debe permitir que el gato orine en diferentes lugares, como el jardín, macetas con tierra u otros lugares no controlados. En las casas con varios gatos se ha visto que las piedritas sanitarias aglomerantes pueden ser un buen elemento para determinar quien tiene poliuria.

Signos clínicos en el gato con ERC: 

La ERC es asintomática en los primeros estadios de la enfermedad, por lo menos en los estadios 1 y 2 de la clasificación de IRIS,  (ver más adelante). 

Uno de los primeros signos  de un riñón insuficiente es la mayor eliminación de orina por falla en la concentración y el aumento del consumo de agua. Entonces el gato comienza a presentar dos signos clínicos básicos:

- Poliuria

- Polidipsia


Pero la poliuria se presenta cuando ya está anulada más del 70% de la función renal, o sea que solo nos queda un 30% de tejido renal funcionando. La poliuria puede ser vista por el propietario, ya que va a encontrar que las piedritas sanitarias se mojan más que antes o que tiene  que cambiarlas más seguido, pero generalmente este signo no es tomado como algo anormal o perjudicial para el gato, por eso hay que explicar la importancia de comentar este hallazgo.

La polidipsia es una función compensadora de la deshidratación inducida por la poliuria,  la observación es más fácil, si se tiene control del bebedero del gato. 


Otros signos clínicos se van instalando  en forma lenta mientras progresa la enfermedad y son los siguientes: 

- Hiporexia o menos apetito

- Pérdida de peso leve y progresiva, desnutrición, atrofia muscular.

- Pelaje opaco 

- Hay vómitos esporádicos

- Deshidratación leve

- Debilidad, adinamia, depresión, decaimiento

 

Todos estos signos como aparecen en forma lenta, no llaman mucho la atención del propietario que supone que es parte del proceso de envejecimiento. A medida que progresa la enfermedad se van produciendo diversas alteraciones metabólicas.

Proteinuria 

El valor de la proteinuria es muy importante porque indicaría el grado de hiperfiltración glomerular como compensación de una insuficiente cantidad de nefronas, y este mecanismo compensatorio determinaría una menor sobreviva del gato afectado, por otro lado.

Según investigaciones de los últimos años, la proteinuria de origen renal aumenta en la medida que se deteriora la función glomerular. Se ha determinado que la proteinuria normal en el gato debe ser inferior a 10 mg/kg/24 hs. o en su defecto se puede hacer una correlación con el valor de la relación proteinuria/creatinina urinaria, (P/CU) que tiene la ventaja de hacerse con una sola muestra de orina. Según los conceptos actuales se fija un valor normal de <0,2, - dudoso 0,2 a 0,4 y - positivo >0,4. Un dato importante es que al evaluar la proteinuria se deben descartar las proteínas de origen pre y post glomerulares (p.e. Hipertensión sistémica,  hematuria, inflamación e infección  del tracto urinario inferior, etc.) para lo cual es imprescindible tomar la presión vascular sistémica y evaluar el sedimento urinario. Tener en cuenta que los cilindros  hialinos y granulosos indican enfermedad renal.

Hipertensión glomerular

Con la pérdida del tejido renal funcional (por cualquiera de las etiologías posibles) se producen mecanismos compensatorios que llevan a la hiperfiltración de los glomérulos restantes (como ya comentamos anteriormente), con el consiguiente aumento de la presión glomerular. Este mecanismo asegura un funcionamiento renal eficiente, pero aumenta la proteinuria y deteriora la estructura glomerular y tubular (inflamación del intersticio). Por lo tanto siguiendo los lineamientos de la medicina humana se trata de  disminuir la hipertensión glomerular utilizando los inhibidores de la enzima convertidora de Angiotensina I a la II (IECA) como el  Benazepril (0,25 mg/kg/12 a 24 hs.), o utilizando bloqueadores de angiotensina como la Telmisartan (1mg/kg/24 hs), pero hay que controlar la azotemia, porque una baja de la presión glomerular puede hacer subir la uremia. Por otro no hay evidencia que reducir la proteinuria sea efectiva para enlentecer la progresión de la ERC (Bartges, CVNA, 42,4)

Complicaciones de la ERC  en el gato

Una vez instalada la enfermedad renal vamos a encontrar progresivamente signos clínicos y alteraciones metabólicas:

- Hiporexia y anorexia

- Depresión y letargia

- Vómitos y a veces también diarrea

- Pérdida de peso acentuada

- Deshidratación y en algunos casos graves hipotermia

- Anemia no regenerativa

- Hiperfosfatemia e hipocalcemia

- Hiperparatiroidismo renal y mineralización de tejidos blandos

- Acidosis metabólica

- Hipertensión arterial sistémica con lesiones oculares, cerebrales y renales

- Debilidad muscular por hipocalemia, ventroflexión.

 

La anorexia es una de las complicaciones más difíciles de revertir  en la ERC del gato, sobre todo cuando hay una crisis urémica. Además es lo que fácilmente ve el propietario del paciente y en muchos casos es su principal preocupación y demanda hacia el veterinario. La anorexia tiene como base a la intoxicación urémica (toxinas urémicas en general)  y es reforzada por la gastritis, la anemia,  la hipertensión y la hipopotasemia. 

La anemia es una complicación de la ERC, se produce por varios factores como mielosupresión por las toxinas urémicas, pérdida de sangre en hemorragias gástricas, como anemia de la enfermedad crónica, por falta de hierro (dietético) y principalmente por insuficiencia de eritropoyetina. La anemia contribuye a producir los signos de letargo, debilidad, anorexia y pérdida de peso. La anemia se ha reportado como un dato de valor pronóstico (Elliot J.), los gatos con más de 27% de hematocrito en el momento de la presentación de la enfermedad, han tenido mejor supervivencia que los que tenían menos.

Los signos gastrointestinales sobre todo los vómitos son producto de la eliminación de urea por la mucosa digestiva y de la hipergastrinemia por la falla en la eliminación renal de la gastrina, hormona que estimula la secreción del ácido clorhídrico estomacal, con lo cual hay una hiperacidosis gástrica con la consiguiente inflamación, pero  no se han encontrado ulceras en los gatos con ERC.

La hipertensión arterial sistémica aparece en 20 a 25 % de los gatos que presentan ERC leve o inicial, y este porcentaje se incrementa a medida que avanza la enfermedad llegando al 50 - 70% de los pacientes con larga evolución. Como estos gatos son generalmente animales geriátricos es conveniente medir siempre T4 total para controlar el estado tiroideo, ya que el hipertiroidismo suele también producir hipertensión sistémica.

La presión sistólica puede ser medida con instrumental adecuado, se considera que valores por encima de 160 mm Hg son indicativos para comenzar con un tratamiento. El clínico podrá tener una sospecha observando lesiones vasculares, hemorragias o desprendimiento de retina en el fondo de ojo del paciente. La hipertensión arterial sistémica produce hiperfiltración glomerular con el consiguiente aumento de la albuminuria, por  lo tanto se ha especulado en que este hallazgo de proteinuria podría servir para monitorear el tratamiento para la hipertensión. Al margen de esto hay que tener en cuenta que la proteinuria disminuye la sobrevida del paciente. Se considera que valores entre 160 y 179 mm Hg ya producen alteraciones moderadas en los órganos afectados por  la presión  (ojos, cerebro, riñones y corazón) y valores por encima de 180 mm Hg, pueden producir alteraciones graves. Hay que estar atentos porque el tratamiento de la hipertensión puede producir un aumento de la uremia ya que baja la presión de filtración glomerular. De la misma forma que el tratamiento de un Hipertiroidismo concomitante puede agravar el problema urémico.

La hiperfosfatemia/hipocalcemia es otra complicación de la progresión de la ERC. La hiperfosfatemia se produce por retención renal en la IRC, esto reduce la calcemia y además aumenta el deterioro renal, lo cual, reduce la síntesis normal de Calcitriol (Vitamina D activa), esto a su vez disminuye la absorción intestinal de calcio lo cual también ayuda a reducir la calcemia. La hipocalcemia, estimula la secreción de Hormona Paratiroidea (HPT), y la  disminución del Calcitriol, también favorece la liberación de la HPT. La hormona paratiroidea aumenta la absorción de calcio de los túbulos renales y saca calcio de los huesos, con esto intenta reponer el nivel del calcio sérico, entonces al aumentar el calcio en presencia de un fosforo aumentado se pueden producir  precipitaciones en tejidos blandos (inclusive en el propio riñón). El aumento de la HPT produce el Hiperparatiroidismo secundario renal,  que es responsable en teoría (además de la calcificación de tejidos blandos) de otras complicaciones de la IRC como artritis, cardiomiopatías, miopatías, osteodistrofia, fibrosis medular e inmunosupresión y progresión de la enfermedad renal. Es importante mantener el fósforo en sangre, en niveles inferiores a 6 mg % para mantener una buena relación calcio/fósforo.

El dosaje de la Hormona Paratiroidea (VN 2,5 a 25,5 picogramos por mililitro -pg/mL), puede determinar el estado de hiperparatiroidismo secundario renal y se ha propuesto que la utilización de calcitriol (1,5 a 3,5 nanog/kg/día) como forma de evitar la progresión de la enfermedad renal y contrarrestar los efectos del hiperparatiroidismo secundario renal, pero no hay estudios concluyentes del beneficio de esta terapia en el gato y además e ha observado que su utilización en perros debe estar precedida de determinadas condiciones especiales del paciente (Brown y Finco en Kirk XII). Se ha observado que dietas con bajo fósforo (0,25 g /100g de MS) y bajo nivel de proteínas (25-28%) aumentaba la supervivencia de los pacientes con ERC.

Regulación del equilibrio ácido/base, la acidosis es otra complicación de la ERC en los felinos, el CO2 total sérico debe permanecer por debajo de 16 mEq/L, la acidosis altera el metabolismo de minerales como el potasio y el calcio y de aminoácidos como la taurina, también aumenta la pérdida de proteínas, contribuyendo a la pérdida de masa muscular. Por lo cual es importante que si está al alcance del clínico se hagan las mediciones de CO2, o bicarbonato,  si no se puede, una alternativa es controlar el pH de la orina (algunos autores piensan que no es representativo), los valores por debajo de 6,5  pueden indicar una acidosis sistémica.

La hipopotasemia es también una complicación de la ERC en el gato. Se produce principalmente por la poliuria, pero se agrava por la inapetencia, vómitos, y la acidosis. La hipopotasemia produce debilidad muscular con el signo típico de ventroflexión permanente. La disminución del potasio persistente favorece la progresión de la falla renal por lo cual debe tratar de mantenerse entre 4 y 5 mg %.

Infecciones urinarias, los gatos con ERC están predispuestos a la infecciones urinarias debido principalmente a la perdida de concentración de la orina y también en forma secundaria a la disminución de las condiciones inmunológicas del paciente geriátrico y en los gatos con PKD a la retención de orina en los quistes. Hay que evaluar en los controles de rutina, la orina, su sedimento y hacer un cultivo y antibiograma. Los datos alarmantes en este caso son la presencia de proteinuria, un pH alcalino, y la presencia de piocitos o más de 5 glóbulos blancos por campo microscópico (aunque hay casos que presentan infección sin signos anormales en la orina). Los signos clínicos son asintomáticos en un 70% de los casos, y en el 30% restante puede haber periuria, hematuria, fiebre, dolor abdominal, neutrofilia y aumento de la urea y creatinina. Las infecciones urinarias pueden complicar el cuadro renal produciendo pielonefritis y una agudización repentina del cuadro de insuficiencia renal crónica. Se recomienda como control, un cultivo por cistocentesis cada 4 a 6 meses en el estadio de mantenimiento.

Diagnóstico de la Enfermedad renal cronica en el gato: 

El diagnóstico de la Enfermedad Renal Crónica en este  momento  se hace basándose en los signos clínicos, los datos del laboratorio y otros métodos complementarios.

En los últimos años se están reviendo algunos conceptos sobre cuando diagnosticar la enfermedad, dado que cuando comienza a subir la creatinina por encima de 1,6 mg % (según la Sociedad Internacional de Interés Renal, IRIS), ya se ha perdido un 70% de la función renal. Eso significa que ese paciente solo le queda un 30% de masa renal y que está en un proceso progresivo de deterioro renal, que lo llevará a la muerte en el término de 2 a 3 años. 

La IRIS ha diseñado un cuadro con distintos estadios de la ERC del gato que vemos a continuación.

Estadio 1: creatinina < 1,6 mg/dl

Estadio 2: creatinina 1,6 a 2,8 mg/dl 

Estadio 3: creatinina 2,9 a 5,0 mg/dl

Estadio 4: creatinina > 5 mg/dl 


En general como vimos antes, los estadios 1 y 2 NO presentan signos clínicos, por lo cual la única forma de  encontrar a un gato en estos estadios es hacer análisis de sangre de rutina a partir de los 9 o 10 años de edad.

Por otro lado se está intentando hacer diagnósticos más precoces de la ERC, para poder actuar antes. Se ha encontrado que la dimetilarginina simétrica (Lab. Idexx) es una sustancia que indicaría la pérdida de masa renal cuando todavía quedan un 60 % de su  función, con lo cual nos queda mucho más tiempo de hacer tratamientos de protección renal como por ejemplo el empleo de las células madres o evitar el uso de drogas y sustancias nefrotóxicas, también se nos presentaría en un momento donde quizás podamos encontrar la etiología de la enfermedad renal. En síntesis, la idea es tener un elemento que nos indique con mayor tiempo cuando se comienza a deteriorar el funcionamiento renal y poder actuar en consecuencia.

Básicamente se diagnostica la ERC con los siguientes datos:

Signos clínicos:

- Uremia - Creatinemia aumentada (Creatinina > 1,6 mg%)

- Densidad urinaria disminuida < 1035 

- Proteinuria: relación  Pr/Cr urinaria > 0,4

 

Controles secundarios:

- Imágenes (ecografía y Rx)

- Control de Presión arterial

- Cultivo de orina

 

Los siguientes estudios  se realizan para el diagnóstico y seguimiento de paciente afectado: 

- Hemograma completo: para controlar la anemia y el leucograma para posibles infecciones.

- Bioquímica sanguínea: especialmente la determinación de sustancias relacionadas con el funcionamiento renal como la urea y creatinina ya nombradas y otros elementos como el fósforo, calcio, potasio, hierro, bicarbonato, hormona paratiroidea, etc.

- Análisis de orina completo, cultivo y antibiograma urinario (de rutina).

- Los estudios de diagnóstico por imágenes son necesarios, como radiografías y ecografías para observar alteraciones anatómicas, presencia de cálculos, quistes renales, tumores, hidronefrosis,  etc. 

- Control de la presión arterial sistólica (hacer fondo de ojo para observar alteraciones de los vasos y desprendimientos de la retina).

- Controlar T4 total para evaluar tiroides.

- La biopsia renal, nos puede dar información precisa del tipo de lesión presente, aunque esto no siempre es un diagnóstico etiológico.


Tratamiento de la Enfermedad renal cronica en el gato: 

El tratamiento de la ERC se divide en dos tipos, el conservador de la enfermedad progresiva y el urgente de las crisis urémicas. 

En la  enfermedad progresiva, el concepto actual es hacer un tratamiento conservador, esto significa, mantener al paciente con la mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible mientras se trata de frenar la progresión (renoprotección). Está indicado modificar la dieta,  corregir las alteraciones del hemograma y de la bioquímica sanguínea, manejar la anorexia, anemia, pérdida de peso, hipertensión, etc. 

Tratamiento Conservador:

1- Dietético: se deberá corregir la dieta, suministrando alimentos con bajo nivel de proteínas, se recomienda al principio,  valores entre  el 25% y 28%. Si tomamos al paciente al principio de la enfermedad renal, cuando la restricción de proteínas no debe ser muy acentuada, podemos utilizar alimentos para gatos geriátricos o Mature, y luego pasar a los alimentos con mayor restricción como Sénior y renales. La dieta también debe tener restricción de Fósforo a valores de no más del 0,5 % de la Materia Seca. También se recomiendan valores reducidos de Sodio y aumentados de Potasio, y el agregado de ácidos grasos Omega 3 y 6. El alimento debe producir un pH urinario cercano a la neutralidad. Bajo ningún concepto se debe restringir el consumo de agua en estos animales, y en muchos casos es recomendable utilizar un bebedero de mayor capacidad, para no correr riesgo. La falta de agua (deshidratación) puede producir un rápido pasaje a la etapa terminal de esta enfermedad. Varias empresas de alimentos balanceados fabrican alimentos para gatos enfermos con ERC donde se han ajustados los nutrientes para el manejo adecuado de esta enfermedad. Se han realizado varios ensayos clínicos donde el uso del alimento renal ha dado como resultado alargar la vida de los pacientes en más de doble de tiempo con relación a los gato que consumían dietas normales. 

2- Equilibrio Hidroelectrolítico: la mayoría de los gatos en ERC están en un grado de deshidratación leve cuando atraviesan la etapa de mantenimiento, y se agrava cuando pasan a una crisis urémica, por lo cual estos gatos deben recibir en forma diaria o más espaciado una solución hidroelectrolítica como la Ringer con lactato por vía subcutánea. La vía endovenosa la reservamos para situaciones graves y agudas. Las cantidades dependerán del grado de deshidratación y del peso del paciente, normalmente se aplican entre 150 y 200 cc, vía subcutánea con la frecuencia necesaria, y por esta misma vía se pueden aplicar el resto de la medicación de mantenimiento como vitaminas del grupo B, hierro, antibióticos, aminoácidos, etc. 

3- Signos Digestivos: Anorexia: en principio se deberá tratar de corregir los factores responsables de la anorexia como vimos anteriormente. Otro aspecto es suministrar alimentos húmedos, y tibios para mejorar la palatabilidad. 

Como estimulantes generales del apetito se utilizan: 

- Ciproheptadina 1 a 4 mg/gato/bucal/12 a 24 hs.

- Complejo Vitamínico B en especial Vit. B 12.

- ADN gel (nucleótidos): 0,5 cc s/c, c/ 24 hs

- Mirtazepina (ansiolítico): 3,25 mg/gato /oral/cada 3 días

- Mianserina (ansiolítico): 1 mg/kg/oral


Últimamente se está utilizando también Interferón humano y felino y hormona de crecimiento.

Gastritis urémica se utiliza: 

- Cimetidina 2,5 - 5 mg/Kg/12 hrs/bucal

- Ranitidina: 2 a 4 mg/Kg/12 hrs/bucal

- Famotidina: 2,5 mg Oral cada 24 hs.

- Sucralfato 200 – 400 mg/ c 8 a 12 hrs/vía bucal


Antivomitivos: 

Metoclopramida (para náuseas y vómitos): 0,2 - 0,5 mg/ c 12 hrs/bucal.

Domperidona: 0,5 a 1 mg/kg

Ondasetron  0,5 a 1 mg/kg - s/c o e/v 1 ml cada 2 a 4 kg c/8 hs (se puede combinar con Ranitidina).

Maropitant (Cerenia): 1 mg/kg/ día - 5 días 
 

Captación de urea intestinal

Azodyl (Vetoquinol), se está utilizando un conjunto de bacterias que metabolizan la urea intestinal, el laboratorio dice que disminuye la urea en sangre, pero todavía se necesitan más estudios controlados sobre su efecto. Se suministra 1 cápsula 2 veces por día.

4 - Anemia: la anemia se trata en principio con manejo dietético suplementando Hierro, Vitaminas del complejo B. En situaciones más comprometidas con hematocrito entre 15 % y 20%, se puede utilizar Eritropoyetina Humana recombinante a la dosis de 100 U/kg. /S.C. / de 1 a 3 veces por semana, no sobrepasar un Hematocrito de 45 %, controlar la presencia de reticulocitos y estar atento frente a la disminución del efecto, por producción de anticuerpos anti eritropoyetina. La utilización de esta hormona debe ser apoyada con una buena nutrición y el agregado de Sulfato ferroso a dosis de 50 -100 mg/gato/día/bucal. Pero hay que tener en cuenta que algunos gatos luego de unos meses de utilización pueden hacer anticuerpos anti eritropoyetina con lo cual se anula su efecto. Últimamente se está utilizando la Darbepoyetina a dosis de 0,45 a 1 μg/kg vía s/c 1 vez por semana al principio y luego se va espaciando a cada dos o tres semanas, parecería que esta droga (al ser recombinante) produciría menos anticuerpos anti eritropoyetina.

5 - Hipertensión Arterial sistémica: Se utiliza como primera opción el  Amlodipino (bloqueante de canales de calcio) a dosis de 0,625 a 1,25 mg/gato/día/bucal. También se aconseja dieta con bajo sodio.

6 - Hipopotasemia: con valores inferiores a 3,5 mEq/litro de potasio, se debe suplementar con Gluconato de potasio 1 a 6 mEq/kg/12hs/bucal o Citrato de potasio 40 - 60mg/kg/12hs/bucal o 0,4 mEq/kg, oral cada 12 hs. (esta droga también sirve para controlar la acidosis metabólica),  Cloruro de Potasio 0,5 mEq/kg/hora /E.V.,  máximo 80 mEq/litro.

7 - Hiperfosfatemia: con valores superiores a 6 mg % en ayunas. Hidróxido de aluminio 30 - 90 mg/kg/12 hrs., Acetato de Calcio 60 - 90 mg/kg/día, carbonato de calcio 1 a 4 g./día o 100 a 150 mg/kg en 2 o 3 dosis diarias, estos productos se deben mezclar con la comida para ser más efectivo o darlos inmediatamente antes de comer. El Quitosano (Epakitin) también ha sido indicado como quelante de fosfato, la dosis es 1 gr/ 5 kg 2 veces por día, es un polvo que se mezcla con el alimento. El Sucralfato también ha sido usado como quelante del fósforo. Todos los quelantes tienen que ser suministrados con la comida. 

8 - Hipocalcemia: hay que controlar los valores de calcio iónico, los medicamentos utilizados son Carbonato de Calcio y lactato de calcio que tienen acción alcalinizante y ayudan al tratamiento de la acidosis metabólica. Experimentalmente se está utilizando también el Calcitriol.  

9 - Infecciones urinarias: evaluar  reiteradamente la presencia de infecciones subclínicas urinarias a través de la fórmula leucocitaria,  del sedimento de la orina y por cultivos por cistocentesis y antibiogramas y posteriormente medicar con el antibiótico correspondiente y utilizar algún tipo de estimulante de las defensas como por ejemplo la auto hemoterapia, interferón, etc. Los antibióticos deben ser usados por dos semanas como mínimo.

10 - Acidosis: normalmente no es grave durante los períodos compensados, se puede utilizar Bicarbonato de sodio, 8 a 12 mg/kg/bucal, Citrato de K 40 a 60 mg/kg, y carbonato o citrato de calcio. En los períodos más complicados con deshidratación, la solución Ringer con Lactato es la indicada como parte del tratamiento.

11 - Hipertiroidismo: los gatos que al mismo tiempo presentan ERC e  hipertiroidismo (> 4 μg % T4 Total) deben ser estrictamente controlados cuando comiencen el tratamiento antitiroideo, ya que al bajar la función tiroidea baja la presión de filtración renal y se puede agravar la enfermedad renal.


Crisis Urémica

Se entiende por crisis urémica a una situación grave donde se deterioran rápidamente todos los parámetros sanguíneos de un paciente con ERC. Estas crisis pueden deberse a una complicación agregada al cuadro original, por ejemplo una infección de las vías urinarias o al estado terminal del paciente  cuando ya a llegado a la destrucción de más del 80 % del tejido renal. 

Es difícil diferenciar estas dos situaciones y en la práctica solo tenemos la respuesta al tratamiento, si hay mejoría dentro de los 2 semanas de tratamiento podemos considerar que ha habido una complicación agregada, mientras que si no hay respuesta en ese plazo podemos considerar que la crisis es terminal, progresando al coma y muerte del paciente. 

Las crisis se caracterizan signológicamente por un paciente deprimido, anoréxico, con vómitos,  aliento urinoso, deshidratado,  y poliúrico al principio y luego se transforma en anúrico. 

El tratamiento se basa en un mantenimiento agresivo y en atacar la causa de la complicación,  si es una infección urinaria se deberán aplicar los antibióticos correspondientes, y tratar de equilibrar el medio interno, aplicando soluciones electrolíticas vía endovenosa en grandes cantidades para forzar la diuresis y tratar de eliminar las sustancias nitrogenadas concentradas en la sangre. Se deberán controlar y corregir los trastornos electrolíticos y del equilibrio ácido base y los signos gastrointestinales (vómitos, anorexia, etc.) 

Terapias más complejas

Hasta aquí se han enumerado los tratamientos frecuentes al alcance del médico clínico, quedan todavía algunos tratamientos más complejos como le hemodiálisis, el trasplante renal y los muy recientes tratamientos con células madres. Los dos primeros son muy costosos, y además su implementación también es difícil, aunque hay algunos colegas que hacen el esfuerzo por llevarlas adelante. La última opción es más factible, y fácil de implementar si hay un laboratorio que procese las células madres y puede ser el tratamiento de recuperación del futuro. Nosotros llevamos ya tres años trabajando con las células madres en la enfermedad renal del gato y estamos viendo muy buenos resultados cuando el tratamiento se comienza en el estadío 2 de la enfermedad (creatinina de 1,6 a 2,8 mg%).


Consideraciones finales de la ERC

A partir de los 9 a 10 años de edad, en los gatos,  es imprescindible hacer un control anual de sangre y orina, lo que permitirá detectar precozmente cualquier alteración en el funcionamiento renal y de esta forma hacer las correcciones que correspondan, sobre todo en la dieta. 

Un factor muy importante es reducir toda posibilidad de estrés físico y psíquico, ya que esto produce una mayor actividad catabólica que hace consumir las propias proteínas, lo cual agrava la uremia. En base a este concepto está indicado realizar el enriquecimiento ambiental para gatos. 

Una vez detectada la ERC, el veterinario deberá tratar los siguientes puntos claves:

- Diagnosticar y tratar la enfermedad renal primaria si es posible.

- Administrar una dieta correcta y suministro de agua permanente.

- Eliminar infecciones secundarias y estar atento a su presentación.

- Controlar la hipertensión sistémica y glomerular.

- Controlar signos clínicos gastrointestinales sobre todo la posibilidad de pérdida sanguínea.

- Mantener una hidratación adecuada permanentemente.

- Corregir la anorexia y sus causas como acidosis metabólica, anemia, hiperfosfatemia, hipopotasemia, hipocalcemia, etc.

- Evitar agresiones físicas y situaciones estresantes.

- Ajustar la farmacología a las condiciones del paciente.

 

Agradecemos la colaboración para la publicación de este artículo al: Dr. Rubén M. Gatti M.V. - Especialista en Medicina Felina - Director del Curso de Posgrado de Medicina Felina de Veterinarios en Web. -  (*) Co Fundador y Ex Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Felina (AAMeFe) - Especialista en Medicina Felina (CPMV) - Consultorio: Centro de Medicina Felina Buenos Aires - Sánchez de Bustamante 2476 - Ciudad de Buenos Aires - Argentina - TE: + 54 - 011 - 4801 - 3161  (Solicitar turnos)




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