Insuficiencia Pancreatica Exocrina en perros y gatos

Insuficiencia Pancreática Exocrina - IPE

La insuficiencia pancreática exocrina (IPE) consiste en la incapacidad del páncreas para sintetizar la cantidad de enzimas necesarias para la adecuada digestión y posterior absorción de los alimentos. 

La función exocrina del páncreas en las mascotas es debido a la acción de enzimas digestivas encargadas de fragmentar los componentes de la alimentación en moléculas simples para poder ser absorbidas por la mucosa del intestino. Los acinos pancreáticos sintetizan y secretan las enzimas lipasa, tripsina y amilasa, que hidrolizan los lípidos, las proteínas y los carbohidratos, respectivamente. Las células del conducto pancreático secretan bicarbonato para favorecer la acción enzimática, así como el factor intrínseco que permite la absorción de la cobalamina (vitamina B12), el páncreas secreta además un factor antibacteriano que regula la flora intestinal evitando el sobrecrecimiento bacteriano que se produce cuando quedan solutos en la luz intestinal como consecuencia de una digestión incompleta de glúcidos y/o grasas y/o proteínas.

En el perro la atrofia de los acinos pancreáticos es probablemente la causa más frecuente de (IPE); en el gato, en la mayoría de los casos, la (IPE) es idiopática y suele ser consecuencia de una pancreatitis crónica.

El páncreas exocrino tiene una gran reserva funcional por lo que es necesaria una pérdida de masa pancreática del 90 % aproximadamente para que se manifiesten los síntomas clínicos.


Causas de insuficiencia pancreática exocrina (IPE)

Los procesos patológicos que pueden causar signos clínicos de (IPE) son: la Atrofia acinar pancreática (AAP) siendo la causa más común en el perro, donde se produce una marcada reducción de la masa pancreática, que puede conducir a una perdida casi completa de la capacidad secretora del páncreas; es adquirida con una predisposición genética asociada a un factor de heredabilidad demostrado en el ovejero alemán, Collie; Border Collie y Setter Irlandés asociado a un gen recesivo autosómico; por otra parte, en el gato no se conoce ninguna predisposición racial. Esta Atrofia acinar pancreática (AAP) se demostró que va precedida de una pancreatitis linfocítica la cual tiene características de una enfermedad autoinmune.

Otras posibles causas descriptas de (IPE) son: la hipoplasia pancreática y la neoplasia pancreática, aunque también puede ser de carácter idiopático.


Signos Clínicos de IPE en las mascotas: 

En general los pacientes que padecen (IPE) concurren a la consulta por presentar diarrea crónica de intestino delgado con heces voluminosas, blandas de coloración amarillenta o grisácea y aspecto aceitoso. Estos pacientes presentan una importante pérdida de peso, pelo seco, descolorido y seborrea, todo esto se acompaña de un apetito muchas veces famélico (polifagia), pica (cuando el perro consume elementos que no son parte de la dieta normal, madera, piedras, jabones) y coprofagia que es la ingestión de su propia materia fecal o de otros animales. En el examen físico presenta muy pocas anormalidades excepto por la excesiva pérdida peso, pelo de mala calidad y la posible tinción aceitosa de la región perineal debido a la esteatorrea. Los animales afectados están activos, alertas y hambrientos muchas veces con un aparente nerviosismo y agresividad y se sospecha que se deben al malestar abdominal debido a los movimientos intestinales y la formación de gas.

Es importante remarcar que en general en el ovejero alemán la presentación clínica es a una edad temprana entre los 6 meses y 2 años de edad, mientras que los animales afectados de otras razas suelen ser adultos de edad media; no hay evidencias de que exista una predilección sexual.

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Diagnóstico Diferencial: 

Buscar entre otras posibles causas de mala asimilación como parasitosis (giardias), enfermedad inflamatoria intestinal e hipermultiplicación bacteriana del intestino delgado.


Diagnóstico

No es posible realizar el diagnostico solo en base a la sintomatología, el diagnóstico es funcional y por lo tanto debemos medir la disminución de la capacidad secretora pancreática. 

Como rutina se solicitan hemograma completo, perfil bioquímico sérico, análisis de orina y coproparasitario. En general los resultados de estos estudios son normales en perros con (IPE) pero son necesarios para descartar las enfermedades incluidas en el diagnóstico diferencial.

La medición de la inmunorreactividad de tipo tripsina canina en el suero (cTLI) mediante radioinmunoanálisis se ha convertido en una de las pruebas de función pancreática que más utilizada para diagnosticar la (IPE) canina (Westermarck y Wiberg, 2003; Ettinger y Feldman, 2007). La medición de la cTLI en el suero es específica de la especie y del páncreas, midiendo la cantidad de tripsinógeno y tripsina que se excreta desde el páncreas hacia la sangre, el tripsinógeno se origina exclusivamente en el páncreas, por lo tanto, la TLI representa una medición indirecta de la masa funcional pancreática. Para su determinación se toma una muestra de sangre con 12 a 18 horas ayuno.

El intervalo de referencia en los perros sanos es de más de 5.0 a 3.5 μg/L. Las concentraciones anormales bajas menores de 2.5 μg/L, junto con los signos típicos de digestión deficiente, se consideran diagnósticos de IPE grave.

Otro método actualmente utilizado es el test rápido en heces de Elastasa Pancreática canina, el cual es altamente específico y sensible, no necesita ayuno previo, está basado en el uso de dos anticuerpos monoclonales y no influye la terapia de sustitución enzimática en su resultado.


Tratamiento de la insuficiencia pancreática exocrina:

La piedra angular del tratamiento es mediante la terapia de remplazo enzimática por vía oral junto con cada ingesta de alimentos. La presentación más efectiva es en capsulas gastrorresistentes (que no se destruyen por la acidez estomacal).

Es esperable post administración de enzimas un aumento de peso de hasta 0.5 Kg por semana sobre todo durante las primeras semanas. 

En general no es necesaria una dieta especial y los perros pueden seguir alimentándose con su dieta habitual, pero debe ir acompañada siempre de las enzimas. En caso de que se presente una hipermultiplicación bacteriana secundaria que acompaña al cuadro debe ser tratada.


Pronostico

Generalmente el tratamiento con enzimas es de por vida; normalmente la respuesta al tratamiento se observa durante las primeras semanas de tratamiento mediante una  ganancia de peso, disminución de la polifagia y del volumen fecal y cese la diarrea.


Agradecemos la colaboración para la publicación de este artículo a la Dra. Claudia M. Della Cella DMTV, MSc. - 
Encargada de la Unidad de Gastroenterologia de Pequeños Aninales en Facultad de Veterinaria. UdelaR. Universidad de la República - Universidad pública en Montevideo, Uruguay 

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Bibliografía: 

Anderson, N.V. (1999). Gastroenterología Veterinaria, 2º ed, Buenos Aires, Inte-médica, 794p.
Steiner,J.M; Williams, D.A. (2000). Serum Feline Trypsine-Like Inmunorecativity in Cats With Exocrine Pancreatic Insufficiency. Journal of Veterinary Internal Medicine. 14: 627-629.
Steiner, JM. (2003). Diagnosis of Pancreatitis. The Veterinary Clinics of North America, Small Animal Practice, 33: 1181-1195.
Strombeck Guilford: Enfermedades Digestivas de los Animales Pequeños. Segunda Edición Ed. Intermédica
Strombek, CK, S. (1996).Small Animal Gastroenterology Third Edition
Westermarck, E; Wiberg, M. (2003). Exocrine Pancreatic Insufficiency in Dogs.
The Veterinary Clinics of North America. Small Animal Practice, 33(5): 1165 - 1197.




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